La globalización de la masacre
Desde el 2010 en el mundo árabe han acontecido una serie de hechos de carácter político, provocados, en gran medida, por el reclamo de cambio en la forma de gobierno. Siendo los países del mundo árabe los principales productores de petróleo del planeta, esta cadena de acontecimientos han tenido una directa repercusión en el precio de los combustibles, no siendo este el único o el mayor costo que ha dejado este proceso revolucionario democrático de medio oriente denominado “Primavera Árabe”.
En el marco de esos acontecimientos, miles de personas han perdido la vida en Túnez, Líbano, Egipto, Yemen, Libia, Bahréin, Siria, y otros países de la región no menos importantes. Sin embargo, nunca como ahora (en lo que lleva la Primavera Árabe) se había estado tan próximo a un conflicto invasivo que implicase fuerte armamento militar, promovido directamente por el gobierno de los Estados Unidos y sus aliados europeos.
Gasoducto
El régimen Sirio, Irán e Irak contemplan iniciar la construcción de un inmenso gasoducto, en plan desde hace unos años, para llevar gas natural de Medio Oriente a Europa, saliendo desde el sur de Irán por una red de tubos de seis mil kilómetros, cuyo costo se estima en diez mil millones de dólares.
La construcción de este gasoducto no solo implicaría una consolidación de las relaciones económicas de Medio Oriente con Europa, sino también un fortalecimiento de las relaciones políticas y socioeconómicas entre Irán, Irak y Siria; por lo que ha de suponerse que este aspecto es del interés y atención del gobierno de Estados Unidos.
En la medida en que se ha avanzado en los trabajos para la construcción de dicho gaseoducto, coincidencialmente se han dado alzamientos sociales en distintas zonas del oriente medio, que han obstaculizado el desarrollo normal de la referida obra. Dándose, verbigracia, actualmente el caso, en que Irán, Irak y Siria, pretenden decididamente empezar la edificación del gasoducto, cuando según medios de prensa occidentales, en el contexto del conflicto Sirio ocurre un ataque con armas químicas el pasado 21 de agosto, tras lo cual se ha abierto una investigación, de cuyos resultados está pendiente el gobierno de Estados Unidos para decidir una posible intervención militar directa en el país árabe.
El ataque con armas químicas en Siria ha dejado varios centenares de muertos y afectados, lo que ha concitado el rechazo de la comunidad internacional, siendo EEUU y sus aliados, fundamentalmente europeos, los que han protagonizado el repudio contra Basar Al Asad y su gobierno. Sin embargo, Rusia, China e Irán, que apoyan al régimen Sirio, están opuestos a toda forma de intervención militar por parte de los Estados Unidos y sus aliados, quienes tras el uso de armas químicas en Siria, han alertado acerca de sus aprestos para actuar militarmente contra dicho país.
Implicaciones Inminentes
Las intensas manifestaciones y revueltas desarrolladas en esa región desde la Primavera Árabe, han impactado en los precios del petróleo, el cual ha mantenido, desde entonces, una tendencia de ascenso inusitado y constante, lo que se traduce en un aumento del costo de la producción de energía, el alza de los precios de los commodities en el mercado internacional, etc.
Que sería pues de Medio Oriente (insistimos: principales productores de petróleo del mundo) en caso de que Estados Unidos ocupe militarmente Siria? Que sería entonces de la humanidad de suceder tal invasión? Por de pronto, surtiese beneficios económicos para la industria armamentista, relanzando así la economía norteamericana. También, si a alguien ha de interesar, estaría obstaculizada quien sabe hasta cuándo la construcción del gasoducto Medio Oriente-Europa. Igual los precios del petróleo y los combustibles presentarán un alza insostenible, hasta escasearse e intensificar la especulación. Los productos básicos, de igual forma, subirán estrepitosamente quien sabe si hasta el punto de convertirse en elementos para admirar en un museo de historia universal. Siendo así en términos humanos otra real masacre; imperando el hambre, la inestabilidad y la angustia a escala planetaria.
En fin, el ser humano, filosóficamente, tiene por objetivos la consecución de bienestar y felicidad como formas para vivir plenamente. Sin dudas que la paz es condición indispensable para el logro y disfrute de las mismas durante la existencia humana.
Por consiguiente, si ese saber está en la conciencia de todos, es lógico preguntarse: cómo es posible que tantos recursos económicos, tanto poder internacional se movilizaran en tan poco tiempo, con fines de guerra? En vez de hacer lo propio en sentido de promover y consolidar la paz en la tierra. Será que aplique a los actores en conflicto para la humanidad, la vieja frase de que “más pudo el interés que el amor que le tenía”?
Irónicamente sobre el premio nobel de la paz del 2009 recae la responsabilidad de la decisión de invadir o no a Siria, de dar paz o no al planeta y tiene hoy que decidir si dar o no al mundo razones para lamentarse por su existencia mañana.
Precisa es la frase del célebre escritor uruguayo, Eduardo Galeano, que reza lo que sigue: “Nosotros somos los que hacemos, pero más importante es saber que hacemos para dejar de ser lo que somos”.